Las ventajas de tener un seguro médico privado son muchas. Ahorrarte largas colas de espera, recibir una atención médica personaliza y ágil, si necesitas hospitalización poder contar con una habitación privada… esas ventajas se hacen más interesantes cuando tienes un bebé. Hay que saber cómo incluir a tu recién nacido en tu seguro médico para que él también pueda aprovechar las coberturas.
La mayoría de las compañías permiten incluir a los recién nacidos. Aunque hay que respetar los plazos para que puedas añadirle como beneficiario de la póliza. Así te aseguras no tener que pasar por el periodo de carencia para ciertas coberturas, como la hospitalización o cirugías.
Por ejemplo, si tienes tu seguro de salud con Adeslas Salud la asistencia sanitaria al recién nacido estará cubierta durante los treinta días naturales posteriores al de su nacimiento. A partir de entonces, si no has solicitado la inclusión como beneficiario se interrumpe la cobertura. Para solicitar la inclusión tienes un plazo de 15 días naturales desde el parto. Además Adeslas es de las pocas aseguradoras que tiene un plazo de 30 días en los que asegurar al bebé (no todas las compañías disponen de este plazo) sin rellenar un cuestionario de salud, ni tener carencias. Esto es muy importante porque muchas compañías sí que lo solicitan para conocer el estado de salud del bebé (enfermedades, alergias, operaciones…). Eso puede significar que haya algunas circunstancias que no estén cubiertas. Con Adeslas la póliza cubre cualquier dolencia que tenga el niño
También es interesante conocer esas coberturas para niños. Hay que tener presente que al incluir a los recién nacidos en tu seguro, tendrán las mismas garantías y carencias que tienes tú. Por ello hay que comprobar el cuadro médico de especialistas de niños. Así como las coberturas y servicios destinados a ellos.
Incluir a tu bebé en un seguro médico
¿Qué debo tener en cuenta? Una de las coberturas más importantes es que ofrezca atención pediátrica telefónica las 24 horas del día. Durante los primeros años de vida, las visitas y consultas al médico son frecuentes, sobre todo si sois padres primerizos. Contar con ese apoyo puede tranquilizar mucho a los padres. Además el seguro debe tener un amplio cuadro médico de pediatras, para elegir libremente a cual elegir.
También debemos comprobar si están incluidas todas las revisiones médicas anuales (oftalmología, otorrinolaringología, dermatología…) y que no haya limitaciones. Igual que es conveniente comprobar si estamos cubiertos en situaciones complicadas, como operaciones, ingreso en la UCI, estancia en incubadora… u otros problemas como los de alimentación, sueño, psicomotricidad, desarrollo psicológico, problemas con el lenguaje…
Incluir a tu bebé en tu seguro de salud es también la opción más económica, a la hora de cualquier imprevisto. La otra opción es contratar un seguro de salud específico para los niños. No todas las compañías lo tienen y siempre tienen que estar a nombre de un adulto. Nosotros somos de las pocas compañías que aceptamos asegurar a niños solos, sin ningún adulto en la póliza, el tomador seria el padre o la madre, pero no es condición imprescindible que estos estén asegurados. Si quieres que tu bebé esté protegido desde el primer momento y con todas las garantías, pregúntanos.
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